La terapia neural (TN) es una manera de tratar a la persona a través de la función integradora y reguladora del sistema nervioso, especialmente del vegetativo o autónomo.

El cuerpo y la mente son inseparables en el ser humano, y el sistema nervioso es una de las vías por la que las emociones se expresan en el cuerpo. Todos los órganos y tejidos del organismo tienen fibras nerviosas que permiten regular sus funciones y, a la vez, todas las fibras nerviosas están conectadas entre sí formando una red. Esta red nerviosa que interrelaciona las zonas del cuerpo es plástica, cambia y se adapta a los estímulos y las necesidades de cada momento.

Cualquier fenómeno que deja una irritación en una fibra nerviosa puede perturbar su función reguladora y como consecuencia, se pueden alterar los tejidos de su área de influencia. Una irritación en una fibra nerviosa significa también una irritación en la red de la que forma parte, por lo que la alteración es en toda la red y sus manifestaciones pueden reflejarse y sentirse en otras zonas del cuerpo, especialmente en las que ya hay una predisposición genética o por afecciones previas.

¿Cómo actúa la terapia neural?

La TN sólo pretende neutralizar estas irritaciones del tejido nervioso para que éste, y la red a la que pertenece, reencuentren el equilibrio y el organismo recupere sus mecanismos autocurativos.

En nuestra relación con el / la paciente resulta fundamental su historia de vida, ya que nos sugiere qué vivencias han podido perturbar su sistema nervioso desde puntos específicos. Las cicatrices de heridas o intervenciones, las infecciones sufridas, las afecciones dentales y los choques emocionales son ejemplos de fenómenos vividos que pueden dejar irritación en su red nerviosa. El anestésico local (AL), generalmente procaína, es la única sustancia que se utiliza en esta terapia, aunque, en nuestro caso, se la va finalidad no es anestésica, sino diagnóstica y terapéutica. La investigación y la experiencia han mostrado que la aplicación de AL en bajas concentraciones (diluidos con suero fisiológico), puede neutralizar el foco irritado del tejido nervioso, repolarizando su potencial eléctrico y estabilizando su membrana. Así, la inyección del AL en los puntos irritados del sistema nervioso puede permitir la recuperación de su función y facilitar, de este modo, el equilibrio del ser, en sus dimensiones física, mental y anímica. La disminución o desaparición de un dolor después de inyectar el AL en la zona dolorosa puede hacer pensar que su efecto es anestésico, pero esta explicación queda descartada cuando la mejora dura días, semanas, meses o años, ya que sabemosque la procaína se metaboliza en la sangre en pocos minutos. Además, a menudo, en TN no inyectamos en las zonas de dolor, sino en los tejidos donde la historia de vida de la persona nos sugiere que puede haber irritaciones de las fibras nerviosas. De esta manera hemos podido ver como la inyección del AL en una cicatriz de apendicectomía puede hacer mejorar o desaparecer un dolor lumbar, o como puede ceder un vértigo después de inyectar en la zona amigdalar a alguien que padeció de anginas de repetición. Estos fenómenos que se pueden dar durante el tratamiento con TN se deben al efecto neuralterapéutico, es decir, a la reorganización del sistema nervioso, y no al efecto anestésico.
 

¿Cuáles son los principales motivos de consulta?

Los motivos de consulta pueden ser muy variados, ya que muchas condiciones pueden mejorarse en facilitar la función del propio sistema nervioso, desde diferentes tipos de dolor s (tanto osteo- musculares como viscerales), tendencia a la repetición de procesos infecciosos o inflamatorios, alergias, somatizaciones emocionales como la ansiedad, el estrés, etc.

La TN debe ser aplica a por médicos, enfermeras u odontólogos, cada uno en su terreno profesional.

Este sistema de tratamiento es complementario a su tratamiento médico habitual, así como de las visitas y controles por parte de otros médicos y los especialistas que lo visiten regularmente, y en ningún caso los puede sustituir.